miércoles, 19 de noviembre de 2008

61 parpadeos del 19 de noviembre de 2008


Epifanía - Cristian Mitelman
Dicen que el dios va a aparecer esta noche.
Algo cruje. ¿Un viejo madero? ¿Las patas de un insecto contra las rugosidades? ¿El viento contra las ramas?
Algo (Alguien) cruje.

Revelación - Susana Duré
Mi nieto me contó que antes de que nacieran mis padres, yo era igualito al menor de mis tíos.

Carrera para el conejo - Susana Duré
Decidieron descalificar a la tortuga, el control antidoping le dio positivo.

Diagnóstico - Susana Duré
El extraterrestre aguardaba en la camilla, el doctor lo examinaba.
Sufría un agudo caso de meteorismo.

Convite - Susana Duré
—No, gracias, ya no bebo vino. Me hace arder la vista —rehusó, nostálgico, Polifemo.

Cibernia - Drina Sing
Alguien lee frente a la pantalla del ordenador. Se sabe observado. Oprime un botón. Demasiado tarde. Una sombra lo persigue.

Eco estrellado - Oriana Pickmann
Se dice de Van Gogh que, después de cortarse le oreja, pudo ver mejor la noche.

Guillermo Molloy
—Ayer perdí cuatro bueyes. 
—Yo perdí ocho. 
—Y yo seis. 
—Hola muchachos, ¿de qué hablan?
—De bueyes perdidos.

Alfil - Juan Yanes
Me gusta la palabra “alfil”, viene del persa y significa “elefante”. Todos los nombres que tienen “l”, son bellos. Pero estos alfiles no parecen majestuosos paquidermos sino serviles cortesanos, perritos falderos.

Efectos colaterales - Juan Yanes
Después de aquella partida interminable, se me quedaron los ojos hechos cuadraditos.

Partida doble - Juan Yanes
Ella ponía toda su inteligencia sobre el tablero, yo toda mi pasión. Siempre terminábamos la partida en la cama.

Preferir el orden a la justicia - Juan Yanes
Tuvieron que suspender el juego y llamar a las fuerzas del orden porque los peones se habían declarado en huelga.

Vocación docente – Francisco Costantini
La maestra entró al aula y posó su bolso sobre el escritorio. De él extrajo las tizas, luego el borrador, también un ingenioso pizarrón desplegable y, finalmente, a sus treinta alumnos. Entonces, la clase comenzó.

Soy una mujer insatisfecha – Francisco Costantini
Me casé con un mimo. 

Monstruo – Francisco Costantini
Mi padre robó células a Monterroso, a Cortázar y a Ana María Shua. A partir de ellas me creó y me puso a escribir cuentos cortos. Pero esta exhausta autobiografía es lo único que consigo esbozar. 

Cliché blogueril – Francisco Costantini
Cuando desperté, todos los escritores de “Ráfagas, parpadeos” estaban ahí, descostillándose de la risa. 

Muertes - Miguel Dorelo
Un gran misterio es aquél por el que tememos mucho más a la bomba atómica que a los automóviles, cuando estos últimos acumulan muchísimos más cadáveres en su cuenta.
Y van por más.

Reciprocidad - Miguel Dorelo
Suele decirse que hay una especie de complicidad entre el escritor y sus lectores. De ser cierto, tengan en cuenta que el castigo que me corresponda por esto que usted lee en estos momentos será compartido.

Los riesgos de Internet - Miguel Dorelo
Al leer esto, usted demuestra su existencia.
No puedo decir lo mismo de la propia; mi nombre en el título, no significa más que un conjunto de letras, quizás generado por un programa.

Sexo sin amor - Miguel Dorelo 
El sexo sin amor es como un placebo, en realidad es una pastillita de nada. Eso sí, suele tener un gustito muy rico y cura diversos trastornos psicológicos. Recomiendo el tratamiento fervorosamente.

Dios escuchando boleros 8 - Patricia Kieffer
"Si tu mueres primero, yo te prometo, escribiré la historia de nuestro amor..."
—¡Desgraciado! ¿Sólo eso le prometes? Si ella supiese... Apenas se muera, irás corriendo a buscar otra.

Dios escuchando boleros 9 - Patricia Kieffer
"No tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo el rey"
—¡Buaaaaaa! Yo tampoco... y ni siquiera sigo siendo el Rey, con tanto competidor suelto por ahí.

Dios escuchando boleros 10 - Patricia Kieffer
"Porque Dios me hizo quererte, para hacerme sufrir más"
—¡Ah no! ¿De eso también me vas a echar la culpa?
 
Dios escuchando boleros 11 - Patricia Kieffer
"Detén el tiempo en tus manos, haz esta noche perpetua; para que nunca se aleje de mí, para que nunca amanezca"
—Sí... yo hago milagros, pero ¿tanto despelote por una mina? ¡Ni loco!

Javier López
Arrancó la última página de todos sus libros para imaginar finales.

Javier López
Su indiferencia era tal que no se apartó cuando vio caer aquella maceta desde un balcón.

Javier López
Una formación montañosa rompió filas.

Javier López
—No se dirija a mí en ese tono —recriminaba el director de orquesta al violinista.

Todo tiempo pasado… - Daniel Frini
Cuando quiso hacerse músico profesional, perdió el don. Ahora toca en el subte, por monedas. Lo siguen un gato y dos ratas. Cambió la flauta por un acordeón. Extraña tanto Hamelín, que duele.

Inseguridad Nuestra – Daniel Frini
Hoy me robaron la billetera, me quebraron un brazo en dos partes, perdí un ojo, sufrí aplastamiento de riñón. Cada día se hace más complicado viajar en tren. Por suerte, llegué a horario al trabajo.

Censura - Daniel Frini
Cuenta Andersen del emperador al que estafaron con un traje inexistente. 
—¡Pero si no lleva nada! —exclamó un niño.
—¡No lleva traje! –gritó el pueblo.
La montada reprimió con gases. El niño purga reclusión perpetua.

La primera guerra mundial – Daniel Frini
Eran los únicos dos habitantes del mundo. Adán le dijo a Eva que Dios hacía las milanesas más ricas que las de ella. Eva se enojó muchísimo. Le declaró la guerra a Adán.

Antropólicos - Jorge Martín
Una vez al mes cuando salía la luna, tenía que alejarse de los otros para no lastimarlos. El lobo se convertía en hombre.

Aseo personal –Jorge Martín
—Yo le reviso las uñas todos los días.
—Yo también, ayer le encontré restos de humanos. Y eso que le había prohibido la comida chatarra.

El gato de Schrödinger - Jorge Martín
Mientras permaneciera en su lugar podía estar muerto y vivo a la vez como el gato que encerraron en la caja. Podía esperar, igual el tiempo daría por muerto sus esfuerzos inútiles. Se levantó y entregó la hoja en blanco.

Sabiduría editorial - Jorge Martín
—Empieza a caminar cuando el sol empuje las sombras detrás de ti.
—¿No es más simple decir que salga a la tarde cuando hace menos calor?
—Es, pero quedaría afuera del libro de frases celebres.

Historia de espejos - Guillermo Vidal
¿Les hace gracia que tengamos que esperarlos hasta que se les ocurra venir a mirarse para saber qué tenemos que hacer?

Senilidad - Guillermo Vidal
Cada vez que pasaba con una lámpara, se aparecía en el pedestal y me suplicaba: —Te ruego que me escuches y me concedas lo que te pido. 
—¡Yo soy el feligrés! —le recordaba al antiguo dios del panteón.

Afectos excesivos - Guillermo Vidal
Lo apreciaban tanto que cada vez que decía que había comprado una tumba en un cementerio parque, todos querían ir a visitarlo.

Control de calidad - Guillermo Vidal
Revisaron uno por uno al finalizar la clase. Afortunadamente el área que involucra el pensamiento no había sido usada.

Crónicas 6 - Gonzalo Geller
Invasor alienígena acusado de robar una moto.

Crónicas 7 - Gonzalo Geller
Vivo - Villa Devoto. Encuentran a Disney paseando.

Crónicas 8 - Gonzalo Geller
El perro de Susana Giménez, drogadicto irrecuperable.

Crónicas 9 - Gonzalo Geller
Morón. Encuentran al padre del robot abandonado.

La tirada más alta - Magnus Dagon
Usé la mente para que saliera un seis. Al llegar su turno, todas las caras pasaron a valer siete.

Telegrama de renuncia - Guillermo Marín
No me colgaron medallas en el pecho. Nunca hablé con la Virgen. No leí a Coelho. Pondero la melancolía. No me acuesto con mi jefa. No tengo mail. Renuncio al cargo de ser vivo.

Criaturas - Olga A. de Linares
Hijas de un mundo dislocado, las criaturas de Picasso, hechas de fragmentos y pesadillas. 

Esas ciudades... - Olga A. de Linares
En mis pesadillas, recorro ciudades pintadas por Picasso. Las mismas que encuentro al despertar.

Período azul - Olga A. de Linares
La planchadora y el viejo guitarrista muestran la azul tristeza de Picasso.

La línea del cielo - Jacinto Deleble Garea
Tan bien reflejaron la bóveda celeste los altos ventanales de los rascacielos que el skyline se desvaneció y los ciudadanos extraviaron para siempre su horizonte.
 
La invocación - Jacinto Deleble Garea 
Cuando la médium sordomuda tradujo el mensaje del mago difunto a lengua de signos hizo desaparecer a la viuda que le consultaba.

Vino - Alvaro Ruiz de Mendarozqueta
Tomen, tomen del rojo vino. Agiten las copas en esos círculos concéntricos. Huelan y vuelvan a tomar. Degusten, brinden, celebren, congratulen y tomen de nuevo. Hay que volver a salir.
Lo van a necesitar. 

Criminal - Alvaro Ruiz de Mendarozqueta
Culpable, reo, digno del patíbulo. Convicto, malhechor, canalla. ¿Eso me decís? Forajido, asesino, homicida. No quise que quiera a nadie, por eso la maté. A este delincuente o a nadie más. Nadie. 

Prosopopeya - Héctor Ranea 
Todas las noches la figura de la pintora Artemisia Gentileschi sale del autorretrato y saca a la figura de Judith de su cuadro. Quiere ser ella la que porta la cabeza de Holofernes.

Decapítalo por mí - Héctor Ranea 
Susana le pide a Artemisia que en el cuadro la pinte decapitando a los viejos que la vienen a violar.

In Tortura - Héctor Ranea 
Entre apretujón de dedos y ajuste del cilicio en el muslo, Artemisia se culpa por haber lastimado tan poco a su tutor cuando la violaba.

Magdalena - Héctor Ranea
Como si previera mi infortunio, Caravaggio pintó la Magdalena como si fuera yo después que el vil tutor me abandonara sangrando.

Divorcio – Sergio Gaut vel Hartman
Cuando despertó su marido estaba allí.
—¿No nos divorciamos ayer?

Acreedores – Sergio Gaut vel Hartman
Cuando despertó sus acreedores estaban allí.
—¡Maldición! Soñé que les había pagado hasta el último centavo. Pero no les voy a dar el gusto.
Y se suicidó ahí mismo.

Suegra – Sergio Gaut vel Hartman
Cuando despertó su suegra estaba allí.
—Seguramente sigo durmiendo. ¿Nunca va a terminar esta pesadilla?

Recurrencia – Sergio Gaut vel Hartman
Cuando despertó Hemingway estaba allí.
Trataba de venderle a Monterroso unos zapatos de bebé sin uso.