miércoles, 31 de diciembre de 2008

Medio centenar de parpadeos de Sergio Gaut vel Hartman


Impiadosa - Sergio Gaut vel Hartman
Caissa castigó al vate por el horrendo poema. Aún hoy es común ver, en partidas de torpes aficionados, una pieza fantasmal, que no es caballo ni alfil, deambulando ciega y sin lógica entre las laberínticas casillas.

Ladronzuelo - Sergio Gaut vel Hartman
El tipo robaba un párrafo al azar de una novela, lo enlazaba con algo sacado de su propia cabeza y remataba descubriendo lo fácil que es perderla cuando alguien se mete donde no debe.

Cero palabras - Sergio Gaut vel Hartman
Frank Roger es el padre de las microficciones sin palabras. Pero no le salió gratis: ahora tiene que alimentarlas, vestirlas, mandarlas al colegio... Ellas no le dan ni las gracias.

Error - Sergio Gaut vel Hartman
Un twitter se creyó mariposa y quiso ser soñado por Chuang Tzu. El chino, ni lerdo ni perezoso, tomó una palmeta y lo reventó contra la pared.

Negro - Sergio Gaut vel Hartman
El más negro de los cuentos de humor negro no ha podido ser leído por ningún lector. 

Aire fresco - Sergio Gaut vel Hartman
Los parpadeos de las damas producían corrientes de aire de tal magnitud que fue necesario apagar los equipos de aire acondicionado del salón.

Viajero - Sergio Gaut vel Hartman
Dick viajó al siglo I después de zamparse una tortilla de Amanita Muscaria y huevos de ornitorrinco. Todavía no se pudo desenredar el enredo que armó, el irresponsable.

Sin solución de continuidad - Sergio Gaut vel Hartman 
Escribía todo el tiempo. La muerte lo encontró escribiendo y él no se dio por enterado. Las únicas protestas las expresó el editor.

Reyes magos - Sergio Gaut vel Hartman
La rebelión se inició en una juguetería el 5 de enero. El 7, los soldados de plomo habían conquistado todo el planeta y los reyes, impotentes sin su magia, fueron ajusticiados. 

Otra película - Sergio Gaut vel Hartman
Cada vez que Gilda parpadeaba, las pestañas con rimmel extra alargador producían ráfagas heladas. Johnny Farrell terminó en el hospital, aquejado de pulmonía.

Calentamiento global - Sergio Gaut vel Hartman
Los hielos polares se derritieron inundando las ciudades. En el último piso del edificio más alto, Ballard contempla el mundo sumergido con una triste sonrisa; es doloroso ver que una profecía se cumple.

Inmortal - Sergio Gaut vel Hartman
Un hombre lee un libro junto a una ventana que da al canal. 
—¿Qué lee? —pregunta una mujer que pasa. 
—Releo un libro que escribí hace siglos —responde Bradbury.

Otra forma de viajar - Sergio Gaut vel Hartman
Desnudo, se dejó impulsar por las ráfagas, alcanzó el ojo y esperó a que el parpadeo lo abanicara en dirección al otro universo.

Extinción - Sergio Gaut vel Hartman
Sábado a la noche en la ciudad vacía. Los fantasmas ocupan sus lugares en las tabernas y las plazas, pero la alegría que expresan es tan falsa como la cerveza que beben. 

Sombras nada más - Sergio Gaut vel Hartman
Escribe en la oscuridad y no puede leer lo que escribe. Por eso no sabe si ha escrito una sátira o su propio drama personal.

Om - Sergio Gaut vel Hartman 
El ladrón decidió robar en una santería. Pero, al cruzar la puerta, el aroma del incienso lo transformó. 
—¡Hermano! —exclamó—. ¡Siento el espíritu! 
Tarde: el disparo del dependiente se incrustó en su frente.

Tatoo - Sergio Gaut vel Hartman
El tatuaje de un Ave Fénix ha sido asesinado por sus pares, que huyen para eludir a la policía. El cuerpo vuelve a ser blanco.

Timidez - Sergio Gaut vel Hartman
La muchacha no se atreve a interrumpir al viejo escritor que acaba de descubrir garabateando cuartillas en el bar. La oportunidad de convertirse en personaje pasa de largo.

Tiempo - Sergio Gaut vel Hartman
Ochenta años pasaron como ráfagas. Entonces viviré como se debe los últimos ocho meses, piensa. Ocho horas antes de morir rememora esos ocho minutos que se fueron aleteando como ocho parpadeos de un segundo.

Moda invisible - Sergio Gaut vel Hartman 
La casualidad es un traje elegante que no sirve para vestir a nadie. En medio de la fiesta todos notan que el que lo lleva está desnudo.

Lágrima - Sergio Gaut vel Hartman
Nacida de un parpadeo, resbaló por la mejilla y se precipitó al vacío. Cayó sobre una ráfaga viajera y se diseminó por todo el mundo.

Arroja una moneda al aire - Sergio Gaut vel Hartman
Después de resucitar a Lázaro se le planteó un gran dilema: ¿debía permitir que fuera inmortal o simular un accidente cuando todos durmieran?

Creyentes - Sergio Gaut vel Hartman
Una secta judía venera a Saulo de Tarso como el verdadero Mesías, redujo la Biblia a Génesis y Apocalipsis, y permite comer jamón crudo porque es riquísimo.

Interruptus - Sergio Gaut vel Hartman
Pensaba dormir nueve meses y la despertaron a los nueve días. Tuvo que malvender un montón de sueños, pero conservó tres pesadillas que le gustaron mucho.

Guía práctica - Sergio Gaut vel Hartman 
Compré un bebé que venía con manual de instrucciones. Decía: úsese esta bomba bubónica en caso de que ya no soporte a la especie humana.

Resultado incierto - Sergio Gaut vel Hartman 
La guerra entre los selenitas y los lunáticos terminó con la victoria de los terceros.

Naufragio en Saturno - Sergio Gaut vel Hartman 
En la nave hiperlumínica íbamos Oriana, Rafael, Javier y yo. Queríamos hacer un picnic en Titán, pero un titán se adelantó y nos almorzó.

Sin pena - Sergio Gaut vel Hartman
Los capos del capitalismo merecen un castigo acorde a su acción: la pena capital.

Descanso merecido - Sergio Gaut vel Hartman
Cuando terminó de inventar a Jesús, Saulo de Tarso se tomó una semana de vacaciones; estaba exhausto.

Adivinanza para paranoicos - Sergio Gaut vel Hartman
La alianza secreta para dominar el mundo chorrea grasa de gusano, colecciona caras en un libro, viste un traje rojo que burbujea, y se asoma a la ventana a cada rato.

Cañerías - Sergio Gaut vel Hartman 
Un poeta y un narrador se encontraron en un baño de damas y discutieron sobre dos temas. Coincidieron en que un plomero con su llave inglesa podría resolver ambos.

Musas - Sergio Gaut vel Hartman
Buscó inspiración en las críticas a sus libros anteriores y la encontró: en tres meses era el asesino serial más buscado del país. 

Duda existencial - Sergio Gaut vel Hartman
Siempre que aplasto un mosquito imagino que estoy acelerando el regreso de John Lennon o Leonardo. Pero ¿y si el mosquito era Hitler?

Despertando - Sergio Gaut vel Hartman 
Cuando desperté el twitter ya estaba allí y Monterroso trataba de convencerme de que no me mordería, que era manso y todo eso. Mintió.

Consecuencias - Sergio Gaut vel Hartman
Un asesino serial se casó con una serie de televisión. Tuvieron muchísimos hijitos: los programas criminales que nos atormentan y lastiman.

Ataque - Sergio Gaut vel Hartman
—Fui atacado por un twitter, señor oficial. 
—¿Puede describirlo? 
—Sí, tenía 140 caracteres. 
—¡Vaya esquizofrénico!

Consonante - Sergio Gaut vel Hartman
¿Se dieron cuenta de que capitalismo rima con cataclismo? El que avisa no es traidor. 

Descripción - Sergio Gaut vel Hartman
El twitter es un animal al que, a diferencia de los pájaros, los peces y las mariposas, le encantan las redes.

Progreso - Sergio Gaut vel Hartman
No sólo dejó de ver al lindo gatito y de tener relaciones carnales con él: montó una próspera empresa y ahora anda con un tigre.

Ignaro - Sergio Gaut vel Hartman
Nadie le avisó que los twitters no pueden ser cazados en diciembre (época de desove). Cuando lo apresaron ya se había comido tres.

Flechazo - Sergio Gaut vel Hartman
Al descubrir las tetas de aquella mujer, los ojos le saltaron de las órbitas, quedaron cautivados y se negaron a volver. Tuvo que hacer un curso para ver con la lengua.

Frivolidades - Sergio Gaut vel Hartman
Después de doce años de trabajo completó la saga del Caballero Dorado (ocho tomos, un millón de palabras). Jamás imaginó que en ese lapso se había puesto de moda el microcuento.

Transformismo - Sergio Gaut vel Hartman
Después de convertir el agua en vino, Jesús se entusiasmó y convirtió piedras en tortas, suspiros en denarios y a sí mismo en una leyenda.

Teletodo - Sergio Gaut vel Hartman
Empieza el telemarketin de los Testigos de Jehová. Esta semana tres salvaciones al precio de una. Y regálele otras tres a sus amigos.

Para el desguace - Sergio Gaut vel Hartman
Este universo es irreparable: no existe ningún taller especializado en mecánica celeste.

Negativamente positivo - Sergio Gaut vel Hartman
Pintaba áridos paisajes marcianos y los sometía a un proceso de inversión cuántica, gracias a lo cual lograba hacer llover sobre el Sahara.

Talleres - Sergio Gaut vel Hartman
Todos los especialistas en mecánica cuántica son los mismos que antes hacían chapa y pintura con pistola termonuclear.

Paseo - Sergio Gaut vel Hartman 
Después de recorrer los sitios de una veintena de amigos me he convencido de que Darwin tenía razón: el twitter desciende del yahoo.

Parmesano o provolone - Sergio Gaut vel Hartman 
Nunca dudé de que la Luna está hecha de queso. Lo malo es que acaban de descubrirlo los superratones del quinto planeta de Rigel.

Aventura en sombras - Sergio Gaut vel Hartman 
La astronave se dejó atrapar por el agujero negro y navegó en la oscuridad hasta que volvió a ver la luz. El ojo la escupió en una mirada.

Proselitismo - Sergio Gaut vel Hartman 
El dios muerto trepa a los hombros del inocente, con sus garras afiladas le horada la nuca y tras tocar el cerebro gana un nuevo esclavo.

Final diferido - Sergio Gaut vel Hartman 
El universo es un freezer en el que Dios guarda su comida. Aunque mastica una galaxia por día, nuestra fe sostiene que todavía falta para la cena.

Hazaña Sergio - Gaut vel Hartman
Cinco siglos y medio después de que Mehmed II tomara Constantinopla, Julián Nassir conquistó a Constantina Karamalis. Orgulloso de su hazaña, el turco abrazó a la griega y le susurró al oído. —Decime sultán.