domingo, 25 de enero de 2009

128 parpadeos de Javier López


Javier López
Escucho los noticiarios de todas las cadenas, para estar desinformado desde diferentes puntos de vista.

Javier López
Aquella mujer tenía sus altibajos. Tres jugadores de baloncesto y dos enanos de circo a su cargo.

Javier López
La miré, desnuda, por el único ojo con el que podía verla, el de la cerradura.

Javier López
La pitonisa leyó en la palma de la mano de su cliente que la higiene no estaba entre sus mayores preocupaciones.
Javier López
Al final de sus días consiguió hilar una frase coherente: "me muero".

Javier López
Nos asustan los abismos cuando los vemos debajo, pero vivimos permanentemente con uno encima.

Javier López
Amó tanto la vida que la llevó consigo tras morir.

Javier López
Era medio exhibicionista. Por las noches al desnudarse, dejaba la persiana a medio echar, la cortina medio corrida, la luz medio encendida.

Javier López
El ocho es un número siamés.

Javier López
La solución al teorema de Fermat estaba escrita en un tuit.

Javier López
La que con más ternura ha acariciado mi cuerpo desnudo durante toda una noche ha sido una nórdica, una funda nórdica.

Javier López
Los seres humanos nos volvemos telepáticos a ciertas horas del día. A las dos de la tarde, todos pensando en comer.

Javier López
En aquél entierro no lloraba nadie. Las plañideras ya habían vendido todas sus lágrimas.

Javier López
Desde que aprendió papiroflexia su enorme biblioteca ocupa menos espacio.

Javier López
Usaba argumentos tan insostenibles que podías verlos caer al suelo mientras hacía sus exposiciones.

Javier López
Nunca sintió la necesidad de amar. Era una piedra como otra cualquiera.

Javier López
Por aquella puerta solo se podía entrar.

Javier López
Las nubes son el telón del cielo para cambiar el escenario sin que nos demos cuenta.

Javier López
Contaba relatos gastados de puro viejo. A veces, tenía que detener la narración para hacer algún zurcido.

Javier López
Encontraron una sombra en el lugar del crimen. Solo tuvieron que encajarla con su dueño para detenerlo.

Javier López
Reto a muerte. Espalda contra espalda, diez pasos, giro, desenfundo, apunto. Veo mi propio rostro. Muero a manos de un tramposo con espejo.

Javier López
Me hice anfibio para vivir sumergido en tu recuerdo.

Javier López
Su ira colérica airada enojó al enfurecido energúmeno rabioso.

Javier López
Era una madre humilde, tan solo pudo regalar a su hijo una caja de colores por su cumpleaños. Él se lo agradeció devolviéndole un arco iris.

Javier López
Sufrió una indigestión a causa de una manzana altamente gravitatoria.

Javier López
Tenía una máquina de coser muy antigua. Hacía pespuntes que convertían cualquier ropa actual en un traje de época.

Javier López
El túnel salió tan desviado que terminaba más atrás del lugar en el que comenzaba.

Javier López
Los edificios públicos se caracterizan no sólo por su arquitectura, sino por las largas colas de espera que dan vuelta a la manzana.

Javier López
Nunca supo por qué no se entendía bien con su mujer. Un amigo se lo aclaró: tu mujer habla coreano.

Javier López
Su cena eran los invitados a la cena.

Javier López
La tarta navegó. Usó las velas.

Javier López
Lo hizo según las instrucciones, pero todo falló. Se había equivocado de instrucciones.

Javier López
Prohibieron los rumores en aquél lugar. El lugar desapareció, solo había sido un rumor.

Javier López
Por efecto de la gravedad, la luna cayó sobre la tierra, haciéndose añicos. Los empleados tuvieron que regresar a la cristalería.

Javier López
El enigma de la frase incompl

Javier López
Nació un viernes y murió un sábado. Vivió noventa años.

Javier López
La palabra se propaga a la velocidad del sonido. Los rumores, a mucha más.

Javier López
La estatua se cansó de posar.

Javier López
Vio la sonrisa y unos ojos rasgados. Después, nada más. El kamikaze había alcanzado su objetivo.

Javier López
La crítica: "Plasma a la perfección su personalidad en cada obra". Su psiquiatra: "Tiene un problema de personalidad múltiple".

Javier López
Las crías del pez manta se quejan de que mamá las arropa demasiado por las noches.

Javier López
De los dos, uno tenía que morir. Ambos estuvieron de acuerdo en que fuera el otro.

Javier López
La novela de misterio no estaba en su estantería. Revolví toda la casa, sin encontrarla. No he vuelto a saber de ella.

Javier López
El psicópata pensaba que su novia era una inmadura. Por eso no se la comió.

Javier López
La Espasa chateaba con la Wikipedia.

Javier López
Para buscar a zutano, leyó los 25 tomos de la enciclopedia.

Javier López
Fue tan súbito que pasó antes de que ocurriera.

Javier López
Le robaron la infancia. Años después supo quienes fueron los ladrones, pero no apareció la mercancía.

Javier López
Lo sacaron por la puerta grande, porque no cabía por la pequeña.

Javier López
Revelaron la fotosíntesis.

Javier López
Aquél instrumento era muy antiguo. Hasta los acordes menores sonaban ya mayores

Javier López
—La antropofagia es una atrocidad, si no sabes poner los condimentos adecuados —aseguró el renombrado restaurador.

Javier López
Hizo de mediador en aquél conflicto. Los cortó a todos por la mitad.

Javier López
Su despedida de soltero consistió en irse.

Javier López
Sobrevivió a la catástrofe. No estaba allí.

Javier López
Fue vista por última vez acompañada de extraterrestres. La llevaron directamente al psiquiátrico. Los extraterrestres.

Javier López
El contorsionista sabía con precisión dónde le picaba en la espalda.

Javier López
El boicot se llevó a cabo. Comenzaron a aplaudir antes de que comenzara su discurso. Ya no dejaron de hacerlo.

Javier López
Resolvía sudokus mientras dormía.

Javier López
Era un psicópata meticuloso: hacía todos los pedazos iguales.

Javier López
A Dorian Gray lo engañaron vendiéndole un cristal azogado.

Javier López
Las abejas saben sacarle el jugo más dulce a la vida.
Javier López
Con la grabación de la cámara de seguridad pudo demostrarse que la víctima estaba allí en el momento del asesinato.
Javier López
Era evidente que aquél papiro en blanco hablaba sobre fantasmas.

Javier López
El expresidiario no podía soportar los códigos de barras.
Javier López
Con los intermitentes conectados, aquél coche parecía querer seducirte.
Javier López
Su árbol genealógico empezaba a estar podrido por las ramas.

Javier López
Eran tan pobres que encargaron la caja pequeña. Tuvieron que esperar a que se consumiera para enterrarlo.
Javier López
Entonaba bellísimos cantos en otros idiomas. El suyo apenas sí sabía hablarlo.
Javier López
El misterio sólo pudo resolverlo desde el más allá, a través de una médium.
Javier López
No rehusó aquella lucha. Al fin y al cabo, la muerte no parecía estar en tan buena forma.
Javier López
La carretera que seguían las aves discurría por encima de yertos troncos de árboles, en forma de finos hilos telegráficos.
Javier López
La herradura dio suerte a todos los caballos. Llegaron al unísono a la meta.
Javier López
La paz llegó, pero decidió marcharse de aquél ambiente tan hostil.
Javier López
La incógnita irresoluble de la ecuación cuyo resultado expresaba el universo, era dios.
Javier López
Tras el impacto del meteorito la luna quedó estática en el cielo durante meses. Su invalidez no le permitía moverse.
Javier López
Su vestimenta era muy llamativa. Te llamaba por tu nombre.
Javier López
Los gigantes juegan a la ruleta con una noria.
Javier López
Convivía con sus fantasmas, pero sólo él pagaba el alquiler.
Javier López
No consintió ir a su funeral.

Javier López
En los espejismos del oasis se escuchan cantos de sirena.
Javier López
Se perdió en el desierto bien provisto de agua, pero murió por la erosión.
Javier López
El envoltorio era el regalo.
Javier López
Fisgoneaba hasta en sus propios cajones.
Javier López
Era tal su economía en palabras, que éstas producían intereses.
Javier López
Se enfrentó a sus fantasmas. Tuvieron que desempatar lanzando una moneda al aire.
Javier López
Tras las vidrieras, el mundo es líquido e irreal.
Javier López
La flor de trompetilla es la gramola de las abejas.

Javier López
La dominaba con la mirada. Cuando se volvió miope, recuperó su libertad.
Javier López
Entre los dos edificios, el mago equilibrista se desliza por un hilo inexistente.
Javier López
El mago hizo desaparecer realmente la paloma, antes de que asomara por el borde de la chistera. El público nunca supo entender el truco.

Javier López
La teoría sobre la evolución sucumbió cuando fueron hallados restos fósiles de un explorador en el estómago de un dinosaurio momificado....

Javier López
La sabiduría había cenado un discurso pesado y lleno de incorrecciones. Luego tuvo toda la noche pesadillas con la ignorancia

Javier López
El trébol sintió, como un tumor, la aparición de una cuarta hoja. Ahora, algún imbécil afortunado acabaría con su efímera vida.

Javier López
Nunca pensé formar parte de tus lágrimas.

Javier López
Última voluntad: el explorador pide ser cubierto con tierra de los cinco continentes.

Javier López
No estaba tan equivocado, sólo erró dos palabras de las tres.

Javier López
Le dio la vuelta al asunto. Ahora era visible la etiqueta.

Javier López
No es que te haya olvidado. Precisamente lo que hago es porque te recuerdo.
Javier López
La analítica reveló que por sus venas circulaba algo que no era de naturaleza humana.
Javier López
Juicio clínico: falta de concentración, no responde a los estímulos, estado de ensoñamiento. Diagnóstico: sujeto enamorado.

Javier López
La alambrada en mitad del desierto era el espejismo que te impedía llegar adonde estaba el agua.

Javier López
Pintaba cuadros por arte de magia.
Javier López
La sequía acabó con la humanidad, y también con la laguna Estigia. Desde entonces, miles de millones de almas vagan sobre un terreno baldío.

Javier López
Con qué poca gravedad pronunció su discurso el astronauta: "Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad".
Javier López
En el instante de morir, el nonato ve su no vida.

Javier López
Se sintió aplastado por la fuerza de la gravedad de su voz.

Javier López
Se salvó porque supo reaccionar ante el infarto. Tampoco era muy diferente a otras veces que le habían roto el corazón.
Javier López
Hacíamos el amor en un pajar, justo en el lugar donde estaba la aguja.
Javier López
Su única compañía era la baraja de cartas con la que hacía solitarios.
Javier López
Un agujero en un zapato aclaraba la causa de la muerte. Era el orificio de salida de la bala.
Javier López
La soledad también le abandonó.

Javier López
Las nuevas musas atienden online a los escritores de blogs.

Javier López
El buzo amaba profundamente a su compañera de inmersión.

Javier López
Encontré una bala perdida.

Javier López
Las cebras se sentían prisioneras en el zoo.

Javier López
Compartíamos los mismos gustos. Ambos sabíamos a vainilla y chocolate.

Javier López
Mi chica sólo vestía medias. Yo, la camisa medio abierta, el pantalón medio bajado.

Javier López
Publicó una obra con dos volúmenes. El segundo era la fe de erratas del primero.

Javier López
Se habían perdido la constantes vitales. El médico anotó la hora del fallecimiento. Ahora ya podrían enterrar al Mar Muerto.

Javier López
Su enfermedad era galopante. El ludópata lo apostaba todo en las carreras de caballos.

Javier López
Al cielo se sube por una escalera inacabable. El infierno tiene escaleras mecánicas, para bajar cómodamente.

Javier López
El tornillo y la tuerca mantenían una estrecha y profunda relación.

Javier López
Los fantasmas son almas cargadas de electricidad estática.

Javier López
El instante que mejor aprovechó en su vida fue el posterior al último, porque con ese ya no contaba.

Javier López
El músico pidió ayuda a la musa. Llevaba tiempo que solo tocaba afinado el timbre de la puerta.

Javier López
Los grandes edificios tienen corazón, pulmones, arterias e incluso intestinos.

Javier López
En el baile de máscaras, mi mujer apareció disfrazada de mi amante. Afortunadamente, no pudo valorar la reacción de mi mirada.

sábado, 3 de enero de 2009

100 ráfagas del 3 de enero de 2009



De John Donne - Juan José Arreola 
El espíritu es solvente de la carne. Pero yo soy de tu carne indisoluble.

Cuento de horror - Juan José Arreola 
La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones.

Ágrafa musulmana en papiro de oxyrrinco - Juan José Arreola
Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta el fondo de mí para encontrarte.

José Luis Zárate
Aún me amas en esas viejas cartas. 

José Luis Zárate
El equilibrista ve a la ciudad balancearse. 
José Luis Zárate
Habríamos muerto de hambre y frío, si no sacáramos la comida y este esponjoso abrigo de nuestra cosecha de sombreros de mago.

José Luis Zárate
 —Usted es el criminal —dijo Holmes señalando al lector. El criminal escapó cerrando el libro. 
José Luis Zárate
Olvida la manzana, ¿cuanto tiempo será bella atendiendo la casa, las comidas, las ropas y a siete enanos? 
José Luis Zárate
Los Reyes nada tenían en contra. Todo era obra de quienes deseaban la guerra. Los conspiradores que enfrentaban a negro contra blanco. 

De Catalina de Rusia - Marco Denevi 
Si no hubiese sido por mi cuerpo, habría sido casta.

Don Juan y las mujeres - Marco Denevi 
A ninguna le disgusta tener antecesoras a condición de no tener sucesoras.

Paolo y Francesca - Marco Denevi 
El Infierno se les antoja un Paraíso porque al menos están exonerados del tormento de callar su amor.

Adán y Eva - Marco Denevi 
Recordando lo que él hizo con el amor de Dios, Adán siempre recelará del amor de Eva.

Andrés Diplotti
Despertó a los gritos, sintiendo en su carne los dientes y las garras del dinosaurio.

Andrés Diplotti 
Soñé que Les Luthiers hacían un número cómico sobre cómo Charles Darwin quería probar que la Tierra es redonda. ¿Es grave, doctor?

Noche de navidad - Andrés Diplotti 
Becky sintió que alguien se movía en su habitación. —¿Santa? —preguntó.
—¡Qué santa ni santa! Vos la santidad la perdiste hace muchos años —contestó Papá Noel. Se vistió y se fue a repartir regalos.

Andrés Diplotti
Lo intenté y lo intenté, pero no pude escribir un mensaje satánico que escuchado al revés fuera una canción.

Oliverio Girondo
Con la poesía sucede lo mismo que con las mujeres: llega un momento en que la única actitud respetuosa consiste en levantarles la pollera.

Oliverio Girondo
Los críticos olvidan, con demasiada frecuencia, que una cosa es cacarear, otra, poner el huevo.

Oliverio Girondo
Trasladar al plano de la creación la fervorosa voluptuosidad con que, durante nuestra infancia, rompimos a pedradas todos los faroles del vecindario.

Oliverio Girondo
¡Si buena parte de nuestros poetas se convenciera de que la tartamudez es preferible al plagio!

Avisos inclasificables 1- Miguel Dorelo
Vendo urgente varias derrotas personales, no muy caras, por no poder atenderlas. Envíos a todo el país.

Avisos inclasificables 2 - Miguel Dorelo
Televisor casi nuevo, 21 pulgadas, 128 canales, permuto por idea original para mini ficción a publicar en este espacio.

Avisos inclasificables 3 - Miguel Dorelo
Atención peluqueros. Cabellos naturales, todos los largos, a buen precio. Corrientes 2114. Preguntar por Dalila.

Avisos inclasificables 4 - Miguel Dorelo
¿Problemas de insomnio? Ya no más. Instituto Sweet Dreams tiene la solución. Atención personalizada en su domicilio. Preguntar por Freddy.

Inocente - Miguel Dorelo
— Este tribunal declara al señor Georgedoblev libre de culpa y cargo.
A entender de sus miembros lo acontecido en los diversos países a los que el Gran País del Norte liberó sólo fueron daños colaterales.

No sé de que me están hablando - Miguel Dorelo
En estos tiempos que corren la palabra inocente suele estar acompañada más veces de lo aconsejable por la frase “yo no fui”. 

Mona - Sergio Gaut vel Hartman 
Mientras todos duermen la mona, yo empiezo mi nuevo trabajo: asesino a sueldo. Alcohólicos anónimos decidió pasar a la ofensiva.

Pira - Sergio Gaut vel Hartman
Creí ser capaz de burlar el celo del censor, y heme atado al poste, rodeado de leña y paja. ¿En qué fallé? Cualquier palabra puede servir para condenarte; el talento es saber cuál elegir.

Plagio - Sergio Gaut vel Hartman
—Maestro, ¡han plagiado su novela!
—No tiene importancia: todas mis obras contienen una fiera salvaje que sólo yo controlo, aunque la burda copia también es feroz y sabrá devorarles el corazón, su víscera favorita.

Imitadores - Sergio Gaut vel Hartman
Mis imitadores tienen un problema que no pueden resolver. Atento, y siempre generoso, les obsequio una solución que se apresuran a copiar sin advertir que al hacerlo introducen el caballo fatal en sus dominios. 

Péndulo - Sergio Gaut vel Hartman
El universo desapareció al cerrar los ojos. Esperó a que una ráfaga le acariciara los párpados para abrirlos de nuevo y el universo reapareció. Pero era otro.

Sin salida - Sergio Gaut vel Hartman
Soñó que era una montaña. Al despertar, miles de alpinistas escalaban su cuerpo clavándole picas y garfios. Gulliver aulló de dolor, pero tardó semanas en aplastarlos a todos; murió poco después: septicemia.

Olga A. de Linares
La musa del escritor de novelas de terror gótico se parece terriblemente a un murciélago.

Duplicidad - Olga A. de Linares
De acuerdo con aquello de "no dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha", estrangulaba a sus víctimas con esta última. Pero la otra seguía en estado de absoluta inocencia.

Notas - Olga A. de Linares
Sobre el pentagrama del cableado, los pájaros traman sus sinfonías.
Competencia - Olga A. de Linares
Desafió a su hermana menor a entrar en la casa embrujada. Su moradora le había prometido que volvería a ser hijo único.

Caída - Olga A. de Linares
Que se le cayera el alma al piso motivó aquel fatal tropiezo.

Olga A. de Linares
La araña que anida en casa de la famosa escritora de novelas rosa está cada día más gorda: no hay nada más fácil de atrapar que las pequeñas y tontas musas que la visitan.

Criterio lógico - Patricia Kieffer 
—Que el acusado se ponga de pie. ¿Cómo se declara? ¿Culpable o inocente?
—Culpable, señor Juez.
Un murmullo recorre la sala.
—¿Podría explicarse mejor?
—Soy culpable de haber sido tan inocente como para dejarme atrapar. 
Condena - Patricia Kieffer 
—¡Soy inocente! ¡No maté a nadie! —gritó saliendo con los brazos en alto.
—¡Mátenlo!
—General ¿Por qué matarlo?
—Esto es una guerra, y él un soldado. Si no mató a nadie, o era traidor o mintió. 

Comentario - Patricia Kieffer 
El padre mira a su hijito jugar con el gato.
—Pobre inocente... —dice a su mujer.
—Sí, aún está en la edad de la inocencia —agrega ella, sonriendo.
—Me refería al gato. 

Javier López
Con enorme ajetreo, sábanas van, sábanas vienen, en maletas, en bolsas. Los fantasmas también se mudaban con los dueños de la casa.

Javier López
En aquel lugar ya nadie recordaba cuándo empezó a llover. 
Javier López
Pusieron el Ulises de Joyce como trampa para cazar al ratón de biblioteca.

Javier López
Madrugaba tanto que siempre vivía el día anterior.

Javier López
Pese a los continuos rumores, Pi manifiesta: “no estoy acabado”. 

Javier López
Las zapatillas de la bailarina se mantenían de puntillas cuando nadie las miraba.

Medidas drásticas - Magnus Dagon
En aquel planeta hacía tanto frío que se cortó el brazo y le prendió fuego para entrar en calor.

Ralentización - Magnus Dagon
Eran tan veloces los nuevos androides que apenas éramos poco más que plantas para ellos.

La suma de todos - Magnus Dagon
El juicio final comenzó el día que todos estornudamos a la vez y sacamos a la Tierra de su órbita.

Recombinación genética - Magnus Dagon
En el momento que implantamos el cerebro en la mano el resto del cuerpo no fue más que un adorno.

No tocar - Magnus Dagon
Encontraron un mecanismo oculto en el planeta. Al activarlo la gravedad invirtió su sentido y salieron despedidos hacia las estrellas.

Efectos colaterales - Magnus Dagon
Rodeamos la Tierra de un campo de fuerza perfecto. La combustión desapareció y regresamos a la edad de piedra.

Visión nocturna - Jorge Martín
Te digo que a esta hora se me caen los ojos, en este mismo momento me estoy viendo desde el suelo; mejor los levanto y me voy a dormir. 

Compensación - Jorge Martín
Lo visito todos los días, leo memos, reprogramo reuniones, hago anuncios, todo desde mi altar escritorio. Tanto esfuerzo vale una escapada al infinito, un fin de semana largo escribiendo especulación científica. 

Inconsulta popular - Jorge Martín
La mitad votó por que la barba no, la otra que les gusta mi aspecto, todo por la mañana antes del café. Le respondo camino al colegio. —Esperen a que les salgan los pelitos.

Lo que el viento se llevó - Oriana Pickmann
Mi gato, la puerta y parte del techo del establo, el buzón de correos, el contenedor de basura. Maldita tormenta...

Inocente 2 - Oriana Pickmann
Dícese del individuo que cree que los africanos están hechos de chocolate. 

Suicida - Oriana Pickman
El ordenador que tiene la manía de colgarse.

Oriana Pickmann 
Aquella ciudad era conocida por sus fuertes vientos. El día que dejó de soplar, todos sus habitantes cayeron de narices. 

Oriana Pickmann
Mi perro aúlla, pero no hay luna llena. Suenan doce campanadas a las diez y dieciséis. El año nuevo ya estaba usado. Caos en mi orden.

Doce uvas - Oriana Pickmann
Pedía un viaje, amor, dinero, trabajo, estabilidad, relax, más viajes, y al momento de la doceava uva, se atraganta y muere.

Murciélago 2 - Héctor Ranea
Por medio de los olores, le comentó que más allá del árbol, mucho más allá, hay un paraíso de mariposas de noche. El otro sabía que antes de llegar lo pillaría el día.

El amor - Héctor Ranea
Ella entregó sus besos a la ilusión de un amor que él mentía con trabajosa perfección.

Espejismo - Héctor Ranea
Entonces pregunté. La voz contestó, con el nombre de un amigo muerto. Le di la mano, lloramos juntos lo que pueden llorar dos prisioneros. Después descubrimos que en If estábamos solos, separados por el mar.

Beso - Héctor Ranea
En un salto mortal, una luz fantástica de rubí, una cascabel enfurecida que en mi almohada estremece su mordida. El beso me fue dado como una copa de vino sin aviso.

Dinosaurio - Héctor Ranea
Comenzó a ordenar las vértebras de la bestia. La cuarta y la quinta bosquejaban una forma de mariposa dislocada. Fue así como descubrió el secreto de la destrucción.

Luz - Héctor Ranea
Desde el labio del acantilado los amantes dan el último paso hacia el mar cuando la ola trae el ruido del abismo. Mientras, la Luna dibuja un camino falso sobre la piel del agua.

Lo ayuda - Alvaro Ruiz de Mendarozqueta
Despertó a la madrugada. Del cielo raso surgió una luz intensa. Un anciano de túnica y barba blanca lo miraba. Sonó una música celestial y pequeños angelitos revoloteaban.
—¿Lo ayudo? –dijo el anciano. 

Amor - Alvaro Ruiz de Mendarozqueta
¿Vos creés que por ventura, azar, causalidad, síntesis o encogimiento, un espacio tan pequeño como éste puede contener todo el amor que siento por vos en este momento, en este instante sublime? 
Sí, puede.

Dilema seis - Alvaro Ruiz de Mendarozqueta
Ahora ella está sola. ¿Por qué se dejó ir? Si él la esperó treinta años.

Dilema siete - Alvaro Ruiz de Mendarozqueta
Se abrazaron con ternura.
—¿En qué pensás? –preguntó él mientras se moría de ganas de decirle que la quería.
—Me preguntaba si vos me querés —dijo ella mientras lo miraba con picardía.

Alejandro Sosa
Hacía mucho que la tecnología les permitía salir de día. Pero salvar el escollo de su falta de reflejo en los espejos seguía siendo un asunto de género fantástico más que científico.

Alejandro Sosa
El elfo fue incapaz de reconocer los símbolos de la tercera línea. Angustiado, sólo podía pensar en su carnet vencido de porte de arco.

Alejandro Sosa
El guerrero tuvo una iluminación en el momento en que lo atravesaba la espada: el paraíso era un camelo.

Francisco Tario
Y vendrá la inmensa, la descomunal, la infinita revolución de los muertos. Tan populares, tan resentidos, tan numerosos, bajando en largas hileras por las montañas…

Francisco Tario
Más que una flor, más que la noche, más que la lluvia, más aún que la Muerte, es mucho más bella, más silenciosa, más enigmática una llave perdida.

Francisco Tario
—¡Toma! —le dijeron.
Y con lágrimas en los ojos recibió de no sé quién el título de abogado.
—¡Toma!
Sintió cómo que se había muerto.

Eternidad - Francisco Tario
Un punto. Pero un punto hueco dentro del cual se halla el infinito. Con Dios y todo y toda la música que se ha escrito.

Francisco Tario
No obstante, es útil aprender a leer por cuanto ello demuestra al hombre lo terriblemente inútil de la lectura.

Francisco Tario
De aquel estupendo caos de tinieblas, volcanes en erupción, ríos fuera de madre y enormes plantas venenosas trepando sin orden ni concierto resta únicamente esto: mil quinientos naturalistas ingiriendo sus hierbitas ante los manteles blancos…

Vestido - Rafael Vázquez
La hija pequeña de la bruja se enfadó mucho cuando su madre le regaló un vestido horrible que también crecía con los años.

Rafael Vázquez
La musa inspiraba al sabio silencios elocuentes.

Rafael Vázquez
A la lenta tortuga la adelantó el tiempo. Y se quedó el reptil deslizándose torpe en el pasado, como un recuerdo del paisaje.

Rafael Vázquez 
Las musas utilizan todo tipo de artimañas para inspirar a poetas y novelistas. El amor es sólo un espejismo colectivo urdido por ellas

Rafael Vázquez 
Los fantasmas hacen la fotosíntesis con la luz de la luna.

Rafael Vázquez
Las musas comienzan a inspirar a la inteligencia artificial.

Año tras año 1 - Adriana Alarco de Zadra
Cayó el hacha y se murió el año decapitado. Nace un nuevo día, regresa el huracán y ráfagas de viento en el arenal levantarán el polvo milenario de las horas.

Año tras año 2 - Adriana Alarco de Zadra
Desde el alféizar de la ventana, la muerte contempló la caída del sol. Sus pétalos se cerraron y se preparó a dormir hasta el año venturo.

Año tras año 3 - Adriana Alarco de Zadra
Llovió toda la tarde. Ella, inmóvil desde el lecho, contaba las gotas de lluvia. Eran tantas como las horas que debía esperar a que regresara, quizás, el nuevo año.

Año tras año 4 - Adriana Alarco de Zadra
Asomó por la teatina un gato negro. Rin Tin Tin soñaba, bajo la mesa de la cocina, que lo perseguía como alma que lleva el diablo, bajo un infierno estrellado. 

Año tras año 5 - Adriana Alarco de Zadra
Arrastraron el costal por el páramo. Lo enterraron bajo el ichu, frente a la laguna helada. Horas después salieron bailando fémures, tibias, radios y falanges a celebrar el nuevo año. 

Año tras año 6 - Adriana Alarco de Zadra
Las estrellas alumbran un sendero oscuro. Allí pasa la vieja aplastada por su costal de pecados, cada vez más encorvada, esperando encontrar un resplandor que alivie el peso de sus culpas.

Emparejados - Jacinto Deleble Garea
El mar y la mar mantienen una turbulenta relación. Él la ataca por oleadas, ella se defiende mareándole. 

Desamor – Jacinto Deleble Garea
Con el bisturí soñado sajó su imagen en el espejo a la altura del esternón. El corazón de cristal tras él bombeaba cenizas, y humo.

La musa - Jacinto Deleble
La nueva gota de sentido que el inspirado poeta supo destilar tras su ardua alquimia con el lenguaje era salada como el sudor.

¿Blanca navidad? - Jacinto Deleble Garea
"Navidad" tiene las mismas letras que "dan vida", aseguró Dios. Sí, y las mismas que "vanidad", replicó Satán.

Amén - Jacinto Deleble Garea
Confieso, padre, que he pecado. Tanta es sobre mí la sinergia de sus labios que me he entregado a ella de palabra, obra y pensamiento...

La experiencia - Jacinto Deleble Garea
Cuando lo viejo está de más, lo nuevo es lo de menos.