viernes, 11 de septiembre de 2009

Las diez ráfagas favoritas de Oriana Pickmann


Admiración – Daniel Frini
—¡Un capo este Harry Truman! Desde Sodoma y Gomorra que no me divertía tanto —dijo Belcebú mientras admiraba el hongo de la bomba que deshizo Hiroshima.

Las vueltas de la vida - Saurio
—Un día yo era un dios egipcio respetado y temido y ahora sólo soy un viejo con cara de perro —se quejaba Anubis mientras hacía la cola para cobrar la jubilación.

Más allá - Miguel Dorelo
Morir es como dormir durante mucho, mucho tiempo, dicen, pero a mí esto de estar muerto, ya me tiene bastante podrido.

Javier López
—No se dirija a mí en ese tono —recriminaba el director de orquesta al violinista.

Morgue - Susana Duré
Fue una autopsia difícil. El muerto no paraba de moverse.

Oscuridad - Antonio J. Cebrián
Desperté. Empujé la tapa. Pero el ataúd estaba cerrado.

Adoquín – Sergio Gaut vel Hartman
El extraterrestre era bastante estúpido.
—Flor —dije mostrándole una camelia.
—¿Comer?
—No, oler. Y esto es un cuadro de Renoir.
—¿Comer?
—No. Contemplar, apreciar. Ah, esta es Josefina, mi suegra.
—¿Comer?
—Sí, por supuesto.

Reclamación - Rafael Vázquez
Las maletas llegaron puntuales a su destino. Al propietario lo extraviaron.

Doble engaño – Héctor Ranea
Soy el falso dios de los falsos profetas.

Punto final - Nanim Rekacz
Mientras dormía era todo, hacía todo. Al despertar, sólo era un paciente sin memoria y su cuerpo, una carcaza inútil. Salido del coma, prefirió el punto final.

Imagen: Víctor Humareda Gallegos