viernes, 30 de octubre de 2009

27 ráfagas porque sí, homenajeando a la lógica. Y eso


Narcisismo aplicado - Saturnino Rodríguez Riverón
Aunque él no la quería, no había contradicción en sus relaciones, porque ella lo quería a él y él se quería mucho a sí mismo. Eso los reconciliaba.

Un poeta recalcitrante - Saturnino Rodríguez Riverón
Dejo de pensar en ti, para volver a pensar en ti. Pudiera, con excepción, pensar en mí, pero yo también estaría pensando en ti.

Acentuación - Saturnino Rodríguez Riverón
En ocasiones, la estética del género femenino radica en otras partes del cuerpo, a saber. La más de las veces, su estética se funda ahí mismo, sólo es cuestión de suprimir el acento.

La elíptica - Saturnino Rodríguez Riverón
Hiparcos pudo demostrarle matemáticamente al esposo de su amante que había nacido bajo el signo de Tauro, lo cual confirma que no era, como dicen los historiadores, un astrónomo griego, sino un astrónomo cínico.

Comienzo de novela - Saturnino Rodríguez Riverón
“Muchos años después, frente a una cerveza caliente, el Coronel Aureliano Buendía, había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.

Confesión del suicida - Saturnino Rodríguez Riverón
Un balazo de cuando en cuando constituye una práctica muy saludable. Inmuniza, o al menos cura, contra cualquier pretensión de inmortalidad.

Noria - Saturnino Rodríguez Riverón
Un día tras otro puede llevarnos directamente al Día del Juicio Final. Después, a comenzar de nuevo.

Futuro - Saturnino Rodríguez Riverón
Los niños son adorables de noche. De día también lo son, pero mucho menos. Están demasiado ocupados en el aprendizaje sin tregua, del tedioso oficio de ser persona.

Desmayo - Saturnino Rodríguez Riverón
Al volver en sí, definitivamente no.

De Monterroso: Fecundidad - Saturnino Rodríguez Riverón
Hoy me siento bien, un Balzac; acabo de tomarme cincuenta tazas de café, una tras otra, tan sólo para terminar esta línea.

Justicia excesiva - Saturnino Rodríguez Riverón
En algunos casos, no sería un acto criminal romperle la cabeza a la suegra. Sería un exceso de justicia.

Hombre práctico - Saturnino Rodríguez Riverón
Daría con gusto la mitad de mi vida porque tú me quisieras. La otra mitad la necesito para quererte cuando tú me quieras.

A la fuerza - Saturnino Rodríguez Riverón
El Autor prendió fuego a la Casa de la Novela a esa hora exacta del día, y la Marquesa salió a las cinco.

Mercado cambiario - Saturnino Rodríguez Riverón
La gallina de los huevos de oro se echa a poner. En el nidal queda un montón heterogéneo de francos, marcos, liras, dólares y yens.

Pensar - Saturnino Rodríguez Riverón
El día menos pensado nos encontramos con la persona menos pensada y caemos en la cuenta de que en verdad, todo ese tiempo hemos estado pensando en ella.

Excepciones - Saturnino Rodríguez Riverón
Lo vi hace poco en una película italiana. No todos los sicilianos son mafiosos , algunos tocan el acordeón.

Dormir - Saturnino Rodríguez Riverón
Soñó que era Adán. Cuando despertó le faltaba, en efecto, una costilla. Pero la mujer no apareció por ninguna parte. Se había fugado con otro hombre que había estado todo el tiempo despierto.

Cuento constructivo - Saturnino Rodríguez Riverón
La Muerte viene caminando, su paso breve. De un edificio en construcción cae desde lo alto un ladrillo mal trabado, y la mata.

Nupcias - Saturnino Rodríguez Riverón
Zetaemerayadiez amaba a Jotaequisquince. Se casaron, fueron felices y tuvieron muchas computadorcitas.

Aporía - Saturnino Rodríguez Riverón
Sabes muy bien que todo lo mío es tuyo. Pero si me privas de ello, dejará inmediatamente de ser mío y por tanto, de la misma manera, también dejará de ser tuyo.

Menú - Saturnino Rodríguez Riverón
—Vamos a hacer el amor.
—Sí. ¿Trajiste todos tus olvidos?
—Aquí están. Todos.
—Échalos en la olla. Hoy comeremos eso. Mañana ya veremos.

Nuestra herencia - Saturnino Rodríguez Riverón
Adán y Eva cometieron el pecado original. La humanidad ulterior se encargó de sacarle copias y más copias.

Bígamo - Saturnino Rodríguez Riverón
Casarse es bueno. Tener una mujer y llamarla esposa, cónyuge, mi media naranja. Mucho mejor sería completar la naranja, tenerla entera. A mí nunca me han gustado las cosas a medias.

Naturaleza humana - Saturnino Rodríguez Riverón
El hombre, sin duda, forma parte del plan del universo. Tengo un amigo que insiste en clasificar el cadáver del cuadro “La lección de anatomía”, de Rembrandt, simplemente como una naturaleza muerta.

Cara o cruz - Saturnino Rodríguez Riverón
Un libro puede contener una sola frase aprovechable y ser leída en un período en que sea posible prescindir de ella o desechada por olvido. O peor aún, no ser leída jamás.

Elección - Saturnino Rodríguez Riverón
Colocado en el trance de elegir entre una mujer que no te quiere y otra mujer que no te quiere, escoge a la mujer que no te quiere.

Santísima Trinidad - Saturnino Rodríguez Riverón
He aquí al Padre y al Espíritu Santo. Para que llegue el Hijo habrá que esperar todavía nueve largos meses.