miércoles, 10 de febrero de 2010

Parpáfagas a la bartola de Daniel Frini


No hay mal que por bien no venga.

Ben Franklin encontró la forma de protegernos de los rayos, gracias a que Newton olvidó poner a los barriletes dentro del alcance de su famosa ley de gravedad

Boleros míticos I

—Me gustas tú, y tú, y tú … —cantaba Perseo
—No, hijo de Dánae. Si no puedes elegir a una de las tres, eres indigno de nosotras —contestó Euríale, una de las hermanas Gorgonas.

La zona difusa

—Pequeño saltamontes —dijo el maestro Po —¿cómo diablos se enciende el microondas?

Lo que nos dicen los cuadros

—Me sonrío —dijo la Gioconda —porque sé lo que estás pensando.

Problemas angelicales

¿Cómo puedo ser un hombre cabal y honesto, si mi ángel de la guarda está en prisión por contrabando, cohecho, posesión ilegal de arma de guerra, y tráfico de estupefacientes?

Boleros míticos II

— Bésame, bésame mucho….—cantaba Hero
— Dejate de embromar —contestó Leandros —No crucé nadando el Helesponto, para besarte. Vamos al catre. Y después me hacés un churrasquito, que el agua me dió hambre.

Comida de domingo

—Sabés que los domingos comemos en familia, nena.

—Pero mamá, quiero salir con mi novio...

—No y basta. Dale, sacá al abuelo del freezer y poné la cabeza del tío en el microondas.


Todo es cuestión de instrumentos

Feliz, el sargento Barrientos, director de la banda militar, estrenó su Concierto en Mi Menor para obús, metralleta Uzzi y fusil AK47.

De cuentos I

—Caperucita —dijo la abuela —, dejá descansar al pobre lobo. A las cinco tiene que comerme de nuevo

De cuentos II

—Mirá —dijo Hansel —, no me vengas ahora con que somos hermanos. Vos me trajiste al bosque hace como quince años. Y uno no es de fierro...

De cuentos III

Durmió cien años. Cuando despertó, había en palacio tal quilombo de hijos, nietos, bisnietos y tataranietos; que, además, la trataban como a un estorbo. Se tomo medio frasco de valium. Durmió cien años mas

Avances de la ciencia

Antes de que Newton inventara la gravedad, las manzanas se vendían por docena; porque no pesaban nada.

Momento de iluminación de un existencialista posmoderno

Sostuvo siempre que la vida es un accidente. Antes de impactar contra el árbol se dijo “Estuve equivocado. Vida fue lo que tuve hasta ahora. Esto, en cambio, es un accidente”

Planes de novios

Como que mi nombre es Romeo que cuando nos casemos, Julieta, vamos a vivir en una casita sólo con planta baja. Me tiene repodrido tu balcón.

La víspera, en Troya

—Mira, Teuco, el caballo que nos han regalado los aqueos
—No me gusta, Creso, ¿porqué en su costado tiene escrito “jaque mate”?

Carta de Rodín a un amigo

Hice una escultura. La iba a llamar “Partida de ajedrez”; pero limpiando el estudio, mi esposa Camille tiró el tablero a la basura. Así que le puse por nombre “El Pensador”

Conversación robada en un parque de locos


—Saqué cuatro. Avanzo hasta esta casilla. Jaque mate.

—No puede ser. Tengo una tarjeta para salir de la cárcel.

—Dale, no jodás. Años jugando al mahjong ¿y todavía no aprendiste a barajar?


Nena…


…hacé pasar al señor y convidalo con un brandy.

El veneno actuó rápido. Jack de Ripper fue el decimonoveno de una serie de más de cincuenta. El guiso que servían madre e hija era exquisito.


Atrevido


—¡Saqueme el dedo de ahí! ¡Atrevido! —dijo Dios.

El colectivo lleno invitaba a Satanás a hacer de las suyas, con cara de envido, y mirando las tetas de la mina que tenía al lado.


Familia disfuncional


Papá ¿qué es zoofilia? Papá, contestame, te estoy preguntando algo. ¡Papá! dale, dejá tranquila a la gallina...


Carpintero


Debía hacer sillas de madera de árbol genealógico. Taló todo el bosque. ¿Ahora qué hacemos? ¿No vio usted a mis tatarabuelos, a mi madre, a mis nietos? Tome, éste debe ser su primo segundo el mayor.


Tragedia en el Shopping


—¡Querido! —dijo Frigga—, compro ese modelito de Armani, para jugar al chinchón con las chicas…

Hubo dos explosiones: una, cuando reventó la tarjeta; otra, cuando Odín, indignado, nos castigó con sus rayos.


En algún lugar de La Mancha


—Dilecta mía, refulgencia de mis retinas, discernimiento que esclarece mi existencia —dijo Alonso Quijano—. Febo arrulla el elixir de tu prosapia…

—¿Quéloque? —contestó Aldonza Lorenzo, mientras se rascaba una teta.


Profesional


—Oh yes oh god oh god yes yes —decía, con la misma pasión que pudiera demostrar un cenicero; mientras buscaba formas en las manchas de humedad del techo. Mantuvo la misma expresión mientras la ahorcaba.


Equívocos de la ciencia

Era alquimista. Conocía los secretos de la vida y la muerte. Sufría de Alzheimer, así que solía confundir las sustancias. Buscando la vida eterna inventó, en mil trescientos treinta, la leche en polvo.