miércoles, 15 de junio de 2011

Especial Profanadores I


Tertulia - Margaret St. Clair & Sergio Gaut vel Hartman
Me reuní con mis personajes. Al final preparé un gran plato de hongos de color violeta y comí con ellos. Todo lo que escribo debe ser considerado con benevolencia.

Universo - Douglas Adams & Carlos Feinstein
Si alguien descubriera lo que es exactamente el Universo, desaparecería al instante y sería sustituido por algo aún más extraño e inexplicable.
—Perdón, fue mi culpa, yo estaba solo, me puse a pensar y….

Perdidos – H. P. Lovecraft & Sergio Gaut vel Hartman
El anciano puso ante mis ojos una crónica realmente extraña. Narraba las peripecias de unos escritores que se extraviaron en un tempestuoso territorio ficcional; me pidió que los rescate. Escribí esto. ¿Servirá?

Parcial – Arkadi Strugatski & Boris Strugatski & Sergio Gaut vel Hartman
La alfombra estaba llena de cristales rotos, cartuchos de bala, trozos de yeso... aunque sólo se trataba de la página de un libro leído por el ojo de la cerradura.

Asunto delicado – Ray Bradbury & Sergio Gaut vel Hartman
—¿Y si al viajar mato inadvertidamente a un animal?
—¿Aún si matas un pajarito, un coleóptero?
—Incluso una flor… Se detendría la evolución.
—No te preocupes: en el futuro no queda nada.

Voracidad – Philip K. Dick & Sergio Gaut vel Hartman
Estaba preparado para morir, pero no por la lluvia radiactiva que destruía la médula ósea sino por un fenómeno inesperado: los glóbulos rojos se aficionaron a devorar las otras células del cuerpo.

La Mancha - Miguel de Cervantes y Antonio J. Cebrián
En un lugar de la Mancha... se apreciaba un trocito de la yema del huevo que provocó la salpicadura.

Descubrimientos — Adolfo Bioy Casares & María del Pilar Jorge
En los momentos más terribles de la vida es cuando descubrimos que estamos solos.

Eléctricos – Philip K. Dick y Antonio J. Cebrián
Las ovejas tienen enfermedades extrañas.
Sin ir más lejos, ayer le compré a la mía unos bacilos de peste azul que funcionan a pilas.

Sin retorno - Franz Kafka & José Vicente Ortuño
Recordó la frase de Kafka: “A partir de cierto punto no hay retorno. Este es el punto que hay que alcanzar.”
—¡Pues vaya mierda! —gritó mientras caía al abismo.

Humor - Friedrich Nietzsche & José Vicente Ortuño
La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar. Cuando cayó la guillotina y su cabeza rodó, no le vio la gracia.

La luna – Arthur C. Clarke & José Vicente Ortuño
Siendo joven, Moon-Watcher quería alcanzar el fantasmagórico rostro de la Luna. Ya no lo conseguiría. Con la espalda rota, agonizó al pie de un árbol bastante alto como para alcanzarla.

Huracán - Edgar Allan Poe & María del Pilar Jorge
El huracán que sobrevino no puede describirse: sucedió cuando las hojas impresas de cuentos recién nacidos se escaparon, en ráfagas, por las ventanas de las casas de los escritores.

Cita a ciegas – Arthur C. Clarke y Antonio J. Cebrián
Mientras ese cilindro de cincelado metal llenaba más y más el cielo, Norton arrojó las flores a la papelera. Alguien le había informado mal sobre su cita con Rama.

Impalpable - James Joyce & Rafael Vázquez
¿Qué es un fantasma? preguntó Stephen. Un hombre que se ha desvanecido hasta ser impalpable. Nadie, al fin y al cabo, acumula de un modo impune tanta ausencia, tanto olvido, tanta muerte.

Espejos - Jorge Luis Borges & Rafael Vázquez
Los espejos y la cópula son abominables porque multiplican el número de los hombres, porque ambos mienten, porque ninguno de los dos tiene memoria.

Óptica - Gomez de la Serna & Rafael Vázquez
Observen —dijo el testigo —El asesino la arrojó dentro del espejo. El inspector aspira el humo del cigarrillo. Después, con voz cansada, ordena llamar a ingenieros ópticos para intentar recuperar el cadáver.

Desnudos – Jules Renard & Rafael Vázquez
Oh, hacer el viaje de novios completamente solo. Llamarse por las noches, nerviosos, desnudos ya del cuerpo, ir quitándonos lentamente las palabras y amarse entonces, por fin, en silencio.

Sabor - Stieg Larsson & José Vicente Ortuño
Tenía mal sabor de boca y ansiaba lavarse los dientes. La carne humana siempre está deliciosa, pensó, pero el colesterol deja a veces un regustillo empalagoso.

Abandonados – Hnos. Grimm y Antonio J. Cebrián
—Descansad, mientras nosotros vamos por el bosque a cortar leña —dijeron los padres.
Les cayeron diez años por abandono y homicidio frustrado. La tutela se la otorgaron a la bruja del bosque.

Indicios – Coleridge & Rafael Vázquez
—Si un hombre atravesara el Paraíso en sueños, y al despertar encontrara una flor como prueba de haber estado ahí ¿entonces qué?
—Entonces nada. El Paraíso habría sido sólo esa flor, todo lo demás sueño.

Exterioridades – Diderot & Rafael Vázquez
Se dice que todo ser vivo, en alguna parte de su cuerpo, tiene grabada la siguiente inscripción, en un lenguaje extraño: “Nadie entra aquí. Quien entra está fuera. Quien sale, nunca ha entrado”.

Psicomante - William Gibson y Saurio
El cielo sobre el puerto tenía el color de un televisor sintonizado en un canal porno codificado.
—Tengo que aflojar con el LSD —pensó Case.

Platero y nosotros - Juan Ramón Jiménez y Daniel Frini
Platero es pequeño, peludo, suave. Hace doscientos años llegó de Antares y aún no sabemos si vive. Desconocemos su química basada en el azufre, tan diferente a la nuestra.

Entierro - Edgar Allan Poe & José Vicente Ortuño
Como el tiempo era caluroso, fue enterrado con prisa indecorosa en uno de los cementerios públicos. Su funeral se celebró un jueves, justo cuando se jugaba la final de liga.

Perecedero - Julio Cortázar & Oriana Pickmann
―Parece una broma, pero somos inmortales―, sostenía mientras liquidaba al muchacho que decía ser él mismo de niño. El viejo desapareció. El chico me miraba, inerte, en un mar de flores amarillas.

Fractura – César Vallejo & Oriana Pickmann
Hay golpes en la vida, tan fuertes...¡Yo no sé!
Grito desde mi ignorancia dolorosa
Al llamado de alguien que me preste ayuda
O una mano curativa y afectuosa.

Carroñero – César Vallejo & Oriana Pickmann
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: “Espero que tenga su carnet de donante consigo”.

Figuras – Henrik Ibsen & Oriana Pickmann
Tú, sol delicioso, has rociado con tus rayos lucientes una cabaña deshabitada. Las sombras vivieron y danzaron en ella. Al llegar la noche se mezclaron con la penumbra a la espera del amanecer.